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Fecha
12 November 2025

Alerta. Comando Sur de EEUU le “respira en la nuca” a Venezuela. Alerta máxima la subregión.

La afirmación de que Venezuela soporta una “amenaza bélica” directa e inminente por la presencia del Comando Sur de EEUU es un tema complejo que debe analizarse desde dos perspectivas principales: la perspectiva venezolana y la perspectiva estratégica internacional de la Casa Blanca. 

Para el gobierno de Nicolás Maduro la presencia del Comando Sur es una amenaza existencial y tangible. Esta percepción se basa en las intervenciones militares de EE.UU. en América Latina y el Caribe (Panamá, Granada, Nicaragua, apoyo a contrainsurgencias) que crean un precedente histórico que legitima la desconfianza del gobierno de Maduro. 

D Trump elevó la retórica hasta mencionar explícitamente la “opción militar” para Venezuela. Las sanciones económicas extremadamente duras, calificadas por muchos como un “bloqueo”, son vistas como una guerra económica que precede a un conflicto armado. Todo por el petróleo del país suramericano caribeño. 

Los ejercicios militares cerca de las aguas venezolanas, el despliegue de buques de guerra en el Caribe bajo la excusa de la lucha antidrogas, y el apoyo político, logístico y material a la oposición venezolana, son rechazados por los países de la subregión salvo excepciones.

El gobierno venezolano ha estructurado su doctrina de defensa nacional alrededor de la idea de una “guerra de resistencia” contra un invasor extranjero, presumiblemente EEUU.  Esto refuerza internamente la narrativa de la amenaza inminente. El policía del mundo vuelve a sus andanzas. 

Desde este ángulo, la frase “respirándole sobre la nuca” es una metáfora poderosa para describir una presión militar constante, de intimidación y asfixia, destinada a esconder un cambio de régimen y con el mentís de la guerra antidrogas. 

La estrategia de EEUU hacia Venezuela ha sido, especialmente bajo la administración Biden, la de presión diplomática y económica máxima, no la invasión. El presidente Trump hacer creer que ese es el camino. 

Cree la Casa Blanca que logrará una transición política democrática a través de negociaciones, usando las sanciones como palanca.

El Comando Sur tiene la misión de vigilar y asegurar la zona de influencia de EEUU. Su presencia aumentada sirve para “disuadir acciones del gobierno venezolano” que Washington podría considerar provocadoras (como una incursión militar en Guyana Esequiba, por ejemplo). Ojalá que no. 

Trump muestra que lo que le interesa es monitorear y bloquear rutas de narcotráfico, un argumento que EEUU utiliza para justificar su presencia en la subregión, tal cual como lo hace en Colombia, buscando marcar territorio en una fallida guerra contra las drogas y contrarrestar la influencia de Rusia y China. 

Falta ver la reacción de la mal llamada comunidad internacional y de organismos inservibles como la OEA, Organización de los Estados Americanos. Los gobiernos de aliados de Venezuela en el caribe están en alerta máxima.